jueves, 18 de octubre de 2012

Umrica

No hace muchos años, un grupo rociero dedicó una de sus sevillanas a nuestro pueblo.
Es posible que fuera desacertadamente porque comenzaba diciendo:
 "Ubrique al valle se asoma, blanco de luz y de cal"...
Y es que Ubrique "está en el valle", a no ser que el letrista se refiriera al antiguo,
el de la época árabe que poblaba el anfiteatro natural del llamado Ubrique el Alto.




Nos referimos a Umrica -detrás de la Cruz del Tajo.
Si en aquellos tiempos el actual aún no existía, sí podríamos empezar la sevillana cantando:
 "Ubrique el Alto al valle se asoma blanco de luz y no se sabe si de cal."
(Aunque entra algo justo)



Efectivamente, desde que llegamos a la Era vamos viendo restos de las construcciones
realizadas por los ubriqueños de aquellas épocas.



Y si era una ciudadela andalusí (similar a la de Garciago), por qué no iba a ser ésta su muralla.



Tanto a la derecha de la cabreriza... 



que está cerca del callejón Tiznao y ...



 que desde la perspectiva opuesta se pueden observar algunos llanitos
donde estaban situadas las humildes viviendas...



como a la izquierda, se abría Umrica desde la salida del huerto del Tabaco
por encima de la cueva del tío Pepito hasta 
el alfange de la Munición por debajo de la Casquera,
junto al nacimiento del Ubrique el Alto.



 Desde el llano de la Era se nos ofrece esta sugerente estampa que más bien
parece un caos rocoso donde es imposible que se puedan albergar lugares habitables.



Pero aunque parezca mentira, entre las rocas calizas se reparten terrazas que antaño cobijaban
lo que seguramente fuesen chozos -tipo de construcción que ha durado por estos contornos
hasta hace relativamente poco tiempo- algunas de ellas naturales como ésta que algunos
lustros atrás albergaba las colmenas del refrán...



y otras artificiales, construidas usando por supuesto la técnica de la superposición
de las piedras abundantes formando terrazas...



por las zonas más pendientes. Toda Umrica está poblada de lo que queda de estos muretes.



Eso sí los paramentos de piedra andan desparramados, amontonados,  pudiendo llegar a
confundirse con majanos de piedra -costumbre serrana de juntar la mayoría de las
piedras sueltas y así dejar más hueco a la hierba para el ganado.



Los chozos debieron de estar cubiertos de retamas o similares porque no se ven restos
 de tejas moras entre las cerámicas y barros que abundan por la zona.



Las terrazas se superponen por todo Ubrique el Alto y
aunque la maleza, en su mayoría lantiscos, todo lo puebla
porque ya no se roza para hacer picón en los alfanjes...



 con un poco de imaginación podremos hacernos una idea de como sería hace siglos.



A ver si los comentaristas pueden arrojarnos algo de luz e indicar si Umrica
ya ha sido objeto de estudio y enlazarlo.



Mi padre, Manuel Cabello nos enseñó a mirar al suelo en los paseos por nuestros 
contornos para aprender a distinguir las piedras (cascajorum romanorum)  de los restos
cerámicos, haciendo crecer en nosotros (y a infinidad de ubriqueños)
 el amor por nuestras raíces y nuestra cultura.
 Don Manuel fue un adelantado a su tiempo.



Aún conservo de pequeño algunos restos sin importancia que reuní para un trabajo
escolar. De todos es sabido que no se deben coger restos arqueológicos y que incluso
supone un delito contra el patrimonio pero en aquellos tiempos, 
cuatro "cascajorum romanorum no servirorum" no hacían ningún daño al patrimonio
y suponían una enorme ilusión para afianzar el arraigo de la propia formación.



Y algo más, además de los restos pétreos calizos de Umrica
(entre los que podemos ver claramente los de arenisca traidos de otros lares)...



podemos distinguir al "Diplorroco carcajo", inerte "dragón de piedra" de los muchos
 que pueblan nuestra querida sierra; animales imaginarios vegetarianos a los que 
se les relían los dientes con artilugios que les gusta a algunos humanos
(humano es un insulto igual que individuo)
 abandonar en la flamante y atractiva Sierra de Ubrique.
(Por eso hemos tenido que "Desamueblar la Sierra".)



Umrica al valle se asoma lleno de luz y de hogares donde palpitaban corazones serranos
y que estaban entrelazados por veredas y caminos de roca por los que
 deambulaban los ubriqueños "los altos".
 Umrica, un hervidero de vida natural pegada a la tierra, antaño...



ciudadela andalusí arropada bajo la sutil custodia y protección de las faldas traseras de
 la Cruz del Tajo y no es de extrañar que fuese desmantelada de piedras
a posteriori para la construcción del nuevo Ubrique ya en el valle y
 que el San Antonio estuviese situado sobre la mezquita que 
los árabes construían a las afueras de los poblados.



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