viernes, 12 de octubre de 2012

Vamos a desamueblar la Sierra

Ubrique tiene el enorme privilegio de estar situado entre dos fundamentales
parques naturales de todos conocidos y por esa extraordinaria característica
se siente orgulloso de estar rodeado de extensas zonas verdes.
Por desgracia mentes cretinas en cuerpos insensibles han poblado desde tiempo
 inmemorial los alrededores del pueblo de infinidad de objetos artificiales de manera
inexplicable. Cacharros, muebles, enseres conforman
 una auténtica Mina de basura en general.
Por tanto ya va siendo hora de "desamueblar la sierra".
Como si fuera la mudanza de una casa, empezaremos retirando los pequeños tiestos...



y a modo de ejemplo, empezaremos con la plancha...



 utensilios de cocina como este bidente (porque no es un tridente)...



el tenedor que nos sirvió en "la sierra de Ubrique, para comérsela".



Habrá que retirar el transistor ya que la sierra tiene suficiente con sus propios sonidos,



y las pilas con ese alto poder contaminante que encierran.



Y por supuesto, el ventilador; la brisa serrana es famosa
(si no, preguntémosle a los vecinos de Benaocaz)...



El brasero de picón, exclusivo para calentarse bajo la mesa camilla con picón, 
porteado en sacos sobre los mulos que "aparcaban" en los aldabones para descargarlos.



Desalojemos igualmente el clásico barreño de zinc que tantas veces sirviera,
lleno de tierra, para sembrar la simiente de la plantera de lechugas.



La sierra tampoco necesita los múltiples cacharros inútiles y duraderos...



que la pueblan y afean con mal gusto.
Seguimos con la supuesta cocina y empezaremos por...



el frigorífico... (hay que tener ganas y fuerza para subir a la sierra este artilugio).
Pero antes...



la vaciaremos...¿Cuántos años tendrán estos yogures?
Seguro que son de la época en que sólo existía esa marca y a los yogures se
les llamaba así..."los danones". Más tarde cuando aparecieron otras marcas,
 en la tienda de ultramarinos se decía: "Quiero danones de yoplai".



Tendremos que cargar con los muebles de cocina, ya sean de madera 
-¡bueno, aglomerado!...



o de chapa metálica, como éste que incluso fue encastrado en la base de la Cruz del Tajo
y nos muestra distintos envases de productos de otras épocas en exposición permanente.



Ya que estamos en la cocina, desalojaremos precisamente eso...



Y desmontando, desmontando, arramblaremos con el fregadero...



la lavadora que ya es suficiente con la lavadora serrana.



Y ya en el cuarto de baño, comenzaremos el desalojo de lo menudo como
el botiquín totalmente equipado.



Después le toca el turno a los sanitarios...
La bañera grande (la litrona que no falte)...



la bañera pequeña...



el retrete (como no, dentro del lantisco)...



y el bidé (obra de marrano que ya vimos en la bajada romana).
 Ya sólo nos falta el lavabo...



pues también habremos de desmontarlo por muy rústico que sea.



Si hubiera habitaciones en proporción al número de camas existentes en nuestro entorno
serían incontables. Quizá sea este artilugio el más extendido impropiamente por la sierra.



Pero vamos que tampoco faltan las camas plegables...



y no brillan por su ausencia, los colchones.



Toca el turno al salón. Empezamos con las sillas...



y los "sofales" (como se dice en Ubrique).



¿Serán éstas las guirnaldas que adornan la Navidad serrana?



Retiraremos las latas de pintura



y los rodillos. (Cuidado de pincharse con la esparraguera)



¡Ah, claro! Las escaleras plegables también.
¡Sí! Esas que están apoyadas en "la pared"...



Desmontaremos las persianas...



y terminaremos por el tejado porque se dice que no
es bueno empezar la casa por él.



Tampoco vamos a dejar la puerta atrás.
¿Quién será el cateto que le puso literalmente puertas al campo?



Desmantelaremos igualmente las casitas adosadas... a la roca...



y habrá que meter la "retro" para hacer desaparecer hasta los cimientos.
¡Qué casualidad! Todavía conservan los cascos  de los albañiles
 como toda obra "de arte" que se precie.
Una vez terminada la mudanza podremos marcharnos andando o...



salir en bicicleta.



Pero se desaconseja el coche porque contamina.
Señores chatarreros:
Ya habéis visto la cantidad de material que hay repartido por nuestra sierra.
Igualmente desde Ubrique en verde proponemos que se cree
 un pacto entre la administración y la oficina del paro
para desamueblar la sierra.
 Pero como eso sí que es una utopía...



tendremos que contentarnos con las colaboraciones espontáneas que ayudan al
desalojo y marcan la diferencia en la tarea de la limpieza de nuestro entorno natural.
Gracias Fer por la ayudita en el desalojo de los absurdos tiestos de la sierra de Ubrique...
¿Parque Natural? ¿Paraíso Natural?



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1 comentario:

  1. ¿Para qué Natural? ¿Para eso Natural? Qué barbaridad... de barba tenía el barbero de Barbate.
    Oye, cómo aguantan los colores de los danone! Mi suegra, cuando me ofrecía un yogur, me preguntaba si quería un "danón" (en singular, claro)... qué graciosa

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