viernes, 24 de octubre de 2014

Sierra Baja. La subida.

Sierra Baja es la parte más alta de la Sierra de Ubrique. Para subir hasta ella,
de una manera adaptada a todas las edades, tenemos que hacerlo
por encima de la impresionante y familiar, dolina de Vega Redonda...



precisamente por el camino que lleva hasta la placa y pasa junto a ella
-el repetidor de señal que "adorna" nuestro entorno, desde el siglo pasado.



La ruta tercia desde Aguas Nuevas -donde está el Hotel fantasma 
que nunca se llegó a inaugurar- y va tomando altura...



hasta casi rozar el cielo.
Aquella tarde de otoño que nos decidimos a dar el paseo ascendente, llevábamos
en mente la necesidad que tenemos de integrarnos en el medio ambiente. 



Pronto queda bien lejos -allá en su valle- nuestro querido pueblo.
Es hora de prestar atención a las curiosas maravillas que nos van a rodear
por unas cuantas horas de solaz y sosiego. La única misión autoencomendada 
era la captura fotográfica de imágenes de interés para este humilde blog.



Verbigracia, esta encina -de las pocas que quedan- que crece justo encima
de sendas losas de roca caliza, en un equilibrio armónico continuo.



Encinas que en esta época del año precipitan sus bellotas a tierra, haciendo 
las delicias de los adaptados pobladores cuadrúpedos de la zona.
-¡Beeee!
-¡Beeee, tú!



O la verticalidad del "derrame" geológico de la gran falla de la Merga.
Sobre éste, el altozano de imponente corte que señala 
el fin del Sistema Penibético, se encuentra nuestro destino...



y precisamente ese sino nos lleva a tropezar una vez más,
 con la gran piedra del camino -con la piedra de la cornicabra-
aquella que nos enseñó que nuestro destino era rodar y rodar.
Esa gran piedra en la que tropezaremos siempre que subamos.
No obstante, sorteando lo abrupto del mediano ascenso...



llegaremos a este muro -que no tiene nada que envidiarle al de Pink Floyd-
y que separa el abismo, de la cumbre insólita de Sierra Baja -por uno 
de los escasos accesos a esta parte superior de la Sierra de Ubrique.
Ese lugar al que llaman el Saltadero.
 Decíamos que era la linde añorada...



de acceso a setecientas hectáreas de carácter público -muy a respetar-
 llamadas en su totalidad, Sierra Baja. 
Desde aquí parten caminos que merecen la pena recorrer.
Subir un poco más por la cañada de los Contrabandistas hasta el Saltillo...



o deslizarnos por la sorprendente altiplanicie -que si no la vemos no la creemos...



en una inmensidad agradable a la vista y a nuestra cámara.



La pronunciada vereda entre el verde de la "otoñal", salpicado de arraigadas rocas propias,
serpentea en busca de las muy visitadas, aljibes superiores -en esta zona, al menos tres.



Pero al "preguntarle" a esta moradora -dócil habitante del lugar-
 caímos en la cuenta de que había un sitio que nunca habíamos visitado. 
Fue una suerte, pues no siempre existe el encuentro con estas maravillas de 
nuestra Gran Madre Tierra, en los gratificantes paseos serranos.
Parecía que el bello animal, nos invitaba a acompañarle...



por una nueva ruta...
-¡La del más que posible conocimiento de nuevos lugares!



Es gratificante sentirse acompañado en el camino por tan nobles animales.
Aquí está su lugar. Aquí se encuentra su morada habitual. 
-Un pajarito nos contó que este camino complementario, llevaba inevitablemente
hasta la parte trasera de nuestra Sierra, hacia los Pozos de "Barría",
 cerca de la "Cañá" de los Gamonales, donde habíamos estado tiempo atrás.



Debido a la notable "fama" de la raza bovina y la raza humana,
 un cierto aire de recíproco temor, deambulaba en el ambiente
 en este encuentro cara a cara, entre animal vacuno y animal humano...



aunque ya sabemos cómo terminan más tarde o más temprano, ellos, los "sin voz".



Pero aquí arriba, en este paraíso al alcance de los amantes de la Naturaleza, 
podemos verlos vivos y en libertad.
¡Vamos a disfrutar un rato con este privilegio!



Vamos a disfrutar aunque sea jugando...
 ¡Al esconder...! 
o...
¡Al me pica la mosca...! 
o sea...
 ¡A la mala mosca le pique en la Sierra de Ubrique!



¡Lo único que necesita la Gran Madre Tierra -la única morada que tenemos-
es un poco de solidaridad, justicia y misericordia con todos sus moradores!
¡Nadie es más que nadie! 
¡Nadie es la raza superior!
Todos somos complementarios...
¡Y necesarios...!



Si algo ofrece el silencio del esplendor natural, es la opción a la meditación
 y la observación. Y hablando de ello, estábamos pasando cerca de una de las aljibes
-que por cierto todos los otoños son muy visitadas pues sus aledaños están 
poblados de nogales y es tradición, subir a la recolección de la nueces.



Subiendo y saludando a una vaquita aquí y a un becerrito allá, 
llegamos a lo nunca visto... ¡Por nuestros ojos...!



La panorámica de otra dolina verde -muy al gusto de este humilde blog-
con cuatro nogales -rebuscados- nos hizo pensar en otra aljibe...
¡Pero, no!
Rodeada de su manufacturado muro de piedras, nos demostró que
la parte alta de la sierra de Ubrique -llamada por algunos, Sierra baja-
es una admirable y abrumadora planicie salpicada de algunos montículos
calcáreos que la hacen más sugerente, si cabe. 
A raíz de este nuevo descubrimiento -para Ubrique en verde-
comienza el paseo en busca del descenso hacia el otro lado.



Bosquecillos de nuevas encinas -que denotan la presencia de estos singulares seres de
otrora y que fueron diezmados por la demanda de la energía resultante con su destrucción
en forma de carbón vegetal y otras actividades degenerativas humanas-
nos acompañarán durante la próxima entrada. 



Sierra Baja, una maravilla natural de la Sierra de Ubrique, al alcance de las piernas, 
pero que no sólo se piensa en ella para el enriquecimiento personal sin causarle daño.
Hay animales humanos que no merecen el antenombre de los nobles animales,
como veremos en la siguiente entrada... "Sierra Baja. El paseo".




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lunes, 13 de octubre de 2014

Fantasma de la Ópera y "Ocurris Pópuli", la Coral

Ubrique en verde quiere compartir el sentimiento de gratitud experimentado en la jornada
del doce de octubre en Sevilla. Como estaba previsto, la Coral Polifónica "Ocurris Pópuli"
de Ubrique, colaboró con el Coro de la Orquesta del Liceo de Moguer en la presentación,
en el teatro Fibes, de la genuina obra maestra. Ya antes del verano pudimos actuar
 en el preestreno en Huelva -El Fantasma de la Ópera y Ubrique.
Los preparativos por parte de la Coral estaban a punto. Deseosos de ir.



En el autobús y acompañados de nuestro flamante director,
 partimos hacia el extraordinario mundo de la fantasía escénica.



Ilusión y entusiasmo no faltaban. 
Ya sabíamos dónde íbamos y lo que nos depararía la tarde...
pero los nervios no había quien nos los quitara.



Tuvimos la suerte de contar con acompañantes de excepción que ocuparían asientos
del teatro y compartirían a posteriori, algo más que lindas fotos.



El Fibe de Sevilla, según dicen, parece que es el teatro más grande de Andalucía.
 ¡Todo un lujo! 
Y era precisamente en esa maravilla, donde los de Ubrique íbamos a poner nuestro
 granito de arena en el Musical, fruto de muchas horas de ensayo en la Escuela de Música.



Llegamos a tiempo del último ensayo previo en el escenario. 
La Orquesta y Coro del Liceo de Moguer, estaba calentando motores.



El elenco de artistas y medios asignados para la representación escénica
-cantantes, actores, cuerpo de baile y elementos de ambientación escénica-
puntualizaban los últimos detalles para el perfecto desarrollo 
de todas las canciones del magistral Musical.
-¡Un "tinglao que no vea"! ¡Y nosotros aquí! 
¡Disfrutando de lo lindo, por amor al arte!



La organización, perfecta. ¡Así da gusto! 
Y ya en los camerinos, en los momento previos a la hora del comienzo,
no podía faltar...



el saludo gratificante a los entrañables miembros del Coro de Moguer y...
¡A la nueva generación que con sus nueve añazos,
 ya forma parte del grato elenco de cantores!
¡Nueve años...!
A algunos nos ha costado más de cinco décadas para alcanzar tal ilusión...



El atrezzo... también preparado... y sin escatimar en detalles...



y la energía positiva irradiando tanto en los de Ubrique como en los de Moguer.



Es encomiable la labor musical del Liceo y la cantidad de juventud en sus filas.
Ya preparados para representar lo que para ellos parece una costumbre más y 
que para nosotros es posiblemente, la mejor experiencia musical 
en la que nos hemos visto envueltos.



Gracias por la foto del interior del camerino de ellas porque
 cualquierilla entraba para hacerla... ¡Jojojo! ¡Estaban todas radiantes!



Los actores y cantantes también preparados para el inicio.
No hubo ningún problema para hacer las fotos de recuerdo.



En el ambiente se respiraba la responsabilidad debido a la importancia de la representación.
Es una empresa de tal envergadura que es imprescindible que todo salga a la perfección
para que la repercusión emotiva de la magna obra, incidiera directamente en el público.
Público que llenó las casi dos mil butacas del gran teatro Fibes.


    
-¡Ya que ya! ¡Qué comienza la función! 
-"¡Trompetas de guerras sonad! ¡Ya pasos y tambores!
¡Romanos vencidos temblad! ¡Y mirad...! ¡Anibal es!" -de la obra.



En el ambiente del inmenso teatro, empiezan a flotar las maravillosas notas
 del Musical que más años lleva siendo representado en Broadway,
 y que más premios ha ganado...
¡El Fantasma de la Ópera, en concierto!



Unas simples escaleras nos separan de dos horas de emoción asegurada
-y con garantía de algunas lágrimas rodando por la mejilla.



Ya en escena hay que tomar conciencia de la empresa en la que nos hemos embarcado.
El carácter exclusivo  de la representación, reside en que es la primera vez
 que se realiza en España la versión Sinfónica en directo y
 el nombre de nuestro querido pueblo, está reflejado en el programa del acto...
-"¡Con la colaboración especial de la Coral Polifónica Ocurris Populi de Ubrique!"
El caso es que cuando se está disfrutando en grande, el tiempo pasa volando.
Sólo los que pudieron gozar del espectáculo saben de lo que estamos hablando.
Al final dolían los brazos de tanto aplauso. ¡Se acabó!
Ya se podía decir "¡Abajo el telón!"



Abrazos, gratificaciones, relax, satisfacción en los rostros.
¡Bravísimo! Y ahora... ¡A inmortalizar el momento especial...!



Primer documento para el recuerdo... 
Con el jovencísimo teclado, tocayo de un servidor y al que no le quitamos ojo.



¡Qué honor poder inmortalizar tan lindos recuerdos!
Y nuestro nuevo tenor, de reciente incorporación, tan bien acoplado.



No podía faltar en Ubrique en verde, el privilegio de una instantánea junto a Cristine,
la protagonista que había bordado su papel junto al Fantasma y que ahora posaba...
 junto a otro.
 No podemos explicar con palabras las emociones pero los rostros lo dicen todo.
Ahora, a buscar al Fantasma...



pero hubo que esperar cola. Las personas reclamaban su atención...



y sus autógrafos.
Pero el que sabe esperar...



se lleva su recompensa.
 Pese a que el protagonista es un ser etéreo, posar a su lado fue un hecho bien tangible.
Y entre la multitud entusiasmada pudimos ver a un amigo de Moguer...



¡Es el bajo más alto que nunca hemos conocido...! 
Y que en esta edición se encargó de representar a uno de los personajes.
¡Gracias de corazón por la grata acogida que siempre nos habéis brindado!
Y gran sorpresa nos llevamos cuando se nos iluminó el rostro al ver...



al Director de Orquesta, Iván -al que pudimos ver en un programa de televisión días atrás.
A él y a Pablo, el Director de Escena, sí que queremos darles las gracias desde
 Ubrique en verde por hacernos partícipes de tan alto honor... ¡Y gusto!
Grátamente entretenido andábamos con tan privilegiado elenco...



que la foto de recuerdo del grupo de Ubrique carecía de nuestra comparecencia...



-"¡Un momento! ¡Ya estoy con vosotros!"



 -"¡Qué vengo cargado de energía positiva!"



Energía para compartir con la familia de la Coral de Ubrique
 que nació a principios de los finales del siglo pasado y que aún perdura,
a pesar de los azares de la vida y gracias a una de la actividades más gratificantes
para los que nos gusta la polifonía de las voces humanas.
Y hablando de veteranía, desde Ubrique en verde, dar las gracias y...



nuestra consideración a dos de sus componentes más veteranos
que día a día, demuestran que el canto en conjunto coral, es algo muy serio 
-aunque nos riamos... y bastante. 
Que merece la pena tener y mantener una actividad cultural de esta índole
 en nuestro querido pueblo. Y que si alguien quiere probar que no lo dude...
 nuestros corazones están abiertos. Sólo, ponerse en contacto con 
la Escuela de Música y más concretamente con...



nuestros apreciados directores. 
José Luis Chacón -director de la Escuela Municipal de Música de Ubrique 
y trompetista en las filas de la Orquesta de Moguer para el evento.
Y José Rodrigo García - director valiente (porque hay que serlo para barajarnos)
 de la muy noble y leal Coral Polifónica de Ubrique.
Ambos han puesto todo de su parte, con cariño y entusiasmo,
 para elevar el buen nombre de Ubrique...



a las altas esferas del mundo musical y de la cultura en Andalucía. 
¡Gracias Tenores y Tenora, gracias Bajos, gracias Contraaltos y gracias Sopranos!
¡Compañeros y compañeras de la Coral Polifónica "Ocurris Populi", de Ubrique!




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