domingo, 7 de junio de 2015

Una incursión con corazón

Estábamos fraguando una subida por la sierra de Ubrique que no implicara
el encuentro con tortuosas piedras por el camino. 
Un recorrido apto para todos los niveles y edades.
Un camino por veredas, de ida y vuelta al Aljibe que no supusiera mucho "cabreo".
 Preguntando, preguntando surgió ésta... ¡Una incursión con corazón!



Aquella mañana fue la postrera del día de las Candelas, en nuestro querido pueblo.
Al salir a la calle, dimos de bruces con los restos del fragor de "la cruenta batalla"
acaecida contra los franceses. Miles de gamones yacían explotados por doquier
...y un sin fin de otras materias reciclables, no obstante, las cubetas estaban vacías
-es que en la época de la Revolución Francesa no se jugaba al baloncesto.



Habíamos quedado como casi siempre, a las diez en el Jardín.
De camino al encuentro, llamaba profundamente la atención, ver
cómo la atmósfera trataba de impedir que se difuminaran los retazos de
humo de la noche grande y cultural, única e imprescindible, de Ubrique.



La incursión con corazón prometió sorpresas musicales y para ello
se habían sumado a la causa, cuatro voces de la Coral Polifónica "Ocurris Populi"
-que no hace mucho, había actuado en ese mismo lugar el día del Trabajo.
El periplo comenzó...



y casi sin darnos cuenta con la emoción, los andarines y andarinas,
 le habíamos cogido la trasera al Paso Indio, por la antigua vereda...



que usaban antaño los rudos aborígenes para el aprovechamiento de los
escasos medios que ofrecía la dura sierra... 
Algarrobas, cabras, cisco y picón.



El primer punto estaba cubierto. 
Continuaríamos el ascenso por el primer trazo curvo del imaginario corazón...



y quién más corazón parecía poner en el empeño, 
eran nuestras intrépidas compañeras de ruta.



No se trataba de vertiginosas subidas que aceleraran el corazón sino de
una pausada ascensión que diese cabida a la contemplación y a la meditación.
Ya "andábamos parados" cerca del último repecho antes de la primera Aljibe,
sobre un antiguo alfanje -llanito de picón- rodeados de ardiviejas 
con sus llamativas flores rosadas, y sonrientes por el respiro.
La sierra es, ha sido y seguirá siendo, exigente para quiénes osen
penetrarla pero a la vez es, ha sido y seguirá siendo, generosa y gratificante.



La sierra encierra tres iconos que deberían ser "reconquistados"
 por todos los hijos de nuestro querido pueblo.
 Algo así como aquello de que "no eres de Ubrique si no has
subido al Calvario, a la Cruz del Tajo y al llano de la Aljibe".
Y mira que casualidad que este último, estaba ya detrás nuestra.
Un paraje de insólita belleza que causa admiración la primera vez...
¡Y la segunda...! ¡Y la tercera...! ¡Y la cuarta...! ¡Y...!



Era hora de admirar el ingenio hídrico que supone la primera de las
varias aljibes que pueblan este mundo calizo y sumamente permeable...



Esa manera tan arcaica como actual del aprovechamiento del agua.



Detrás de la Aljibe está el "Llano". Es una dolina geológica, cargada de
interesantes leyendas y reales historias. Nada más llegar al "premio"
que ofrece nuestra sierra, lo que se apetece es retozar como cabritillos.
Ahí fue hora de un refrigerio, de respirar aire puro, 
de contemplar los vuelos de los buitres, de cantar a cuatro voces...



y de disfrutar la atracción del impresionante eco.
Los de la Coral no fuimos los primeros que habíamos hecho
 sonar acordes musicales aquí; cuentan que antaño, 
solía la Banda subir con los instrumentos a ensayar con "rever natural". 
-"¡Gracias por la foto, Ana!"



Subir a estos lares conlleva experiencias únicas.
Incluso los más experimentados senderistas de la montaña 
sentían el magnetismo de éste mágico lugar. 



Era hora de ver salir al perezoso sol del mediodía 
-tras la impresionante falla que nos enmarcaba-
 para añadir algo más de luz si cabía a las entrañables fotos
 que perdurarán en el gratificante recuerdo.
 Irrepetibles instantáneas del corazón... femenino.



 E irrepetibles instantáneas del corazón... masculino.



Ya sólo le falta al selecto grupo de personas, deambular entre
"las dos cruces de la tradición", para "ser de Ubrique"-si aún no lo hicieron.
Tocaba comenzar a descender por el arco superior izquierdo
del corazón de la incursión. 
Pero para añadir interés general,"Ubrique en verde" 
siempre gustó de instantáneas sorpresas....
Agazapado y oculto en el vientre de un frondoso lantisco...



fuimos congelando para la posteridad, los momentos sorpresa...



de los integrantes del grupo humano que aportaron...



todo su corazón, su empeño, su energía...



y su prodigiosa voz...



-incluido el tenor- para que el paseo matutino fluyera con ahínco.



Madre y padre que disfrutaron del entorno privilegiado...



inculcando a su hijo, el imprescindible amor por la Naturaleza. 



Mientras otros aportaron la experiencia.
Desde este medio, dar las gracias a todos ellos por añadirle
 una nueva dimensión a las incursiones de este humilde blog.



Y allá que nos fuimos en busca del recóndito corral de José Gómez
-el pastor "desconfiado",..



y, como no podía faltar, en el chivero de la genuina e histórica cabreriza,
nos hicimos la autofoto de rigor -como aquella vez que fuimos
con la cámara puesta sobre una piedra de selfie.
La incursión con corazón iba por la mitad -y un poco más.
Tocaba descender por el arco superior derecho cardíaco...



y cardíacos quedaron algunos al ver por donde había que bajar...
-"¡Menos mal que era voluntario...!"



Sólo algunas decidieron experimentar el internarse en las entrañas de la sierra y
sentir el frescor que surgía de aquella profunda diaclasa, optativa.



El retorno -con nuestro querido pueblo de nuevo a la vista- era inminente.



Ya podíamos ir disfrutando de la culminación de la ingente gesta en nuestro periplo serrano.
Con un sístole en una mano y un diástoles en la otra,
nos dirigimos a la aljibe de tío Paco, pasando por la Corona...



Tan pletóricos en el descenso veníamos que alguno,
 aún seguía "volando" cual "superhombre", con la imaginación.
Aún nos esperaba alguna que otra visita. 
La montaña de Ubrique, aparentemente yerma...



guarda una verde y grata sorpresa -muy al gusto de este humilde blog.
-"¡Un frondoso y productivo huerto serrano...!"
El responsable de este "esplendor en la Sierra"...



es nuestro entrañable Lorenzo -que aquí posa junto a su señora.
Siempre que pasamos por "el Chalé" de tío Paco, nos recibe con suma amabilidad.



Para esta ocasión, nos abrió las puertas del fruto de su minuciosa labor.
Nos explicó los procesos y el aprovechamiento significativo del agua 
de otra de las legendarias aljibes... Y mientras sus productos,
sumamente ecológicos -tan tradicionales y tan de moda actualmente- crecían,..



se entretenía en una especie de "cómo hacer reciclaje en verde" que nos 
añadió una más al conjunto de las sonrisas de la "corazonadora" incursión.



Y bajo la sombra del "calistro" de lo de tío Paco, un momento de reflexión...
-"¿Cuándo sería la próxima...?"
-"¡Cuánto antes...! 
Siempre que vayamos con el respeto que se merece, la Sierra nos abrirá sus puertas...



se dejará redescubrir y reconquistar.
Nos permitirá disfrutar de momentos inolvidables y 
de ver las cabras de José, el pastor.



En el peñón del Caldereto -en la ruta de los Miradores- nos despedimos.
Con el corazón en la mano, agradecemos nuevamente a la "compaña", 
esos momentos enriquecedores que supusieron para
esta nueva incursión -sin ir más lejos. 
¡Personas que ya pertenecen al corazón de Ubrique en verde!




.

2 comentarios:

  1. Estimado Manuel Cabello,
    No sé si te acordarás de mi, hable contigo el año pasado en la bonita Plaza de la Verdura.
    Ibas pasando con tu camara e hiciste una foto de mis amigos franceses que estaban tomando una cervecita en las mesas de carriles.
    Hemos hablado quizás 5 minutos, me dijiste que siempre vas con tu cámara de fotos porque cada día encuentras algo bonito y hechas fotos. Se nota que ves la vida y el mundo que te rodea con amor. Me acuerdo muy bien de tu mirada. Tambien me comentaste como habiais luchado pa conseguir que ya no se aparquen coches en la Plaza de la Verdura…

    He impreso tu entrada titulada « Tesoros en la calle Saúcos » y se lo he regalado a una querida persona que vive en esta calle y que no conocía la historia del horno. También he estado en la casa de Isabel y he tocado con mis manos las fotos que publicaste en el blog, con Isabel muy guapa vestida de rojo cantando en la Romeria o cuidando las flores de la calle Saúcos…En su casa Isabel nos cantó canciones como la de « Ubrique tiene 3 cositas que no tiene Medina », ha sido una experiencia increíble el mismo día conocerte a tí y a Isabel. No os podéís imaginar lo que ha sido pa mi.

    Soy francesa tengo 30 años y Ubrique forma parte de mi corazón, me ha atrapado mi alma cuando lo conoci en 2003.
    Iba para aprender hablar español pero al final hoy no hablo español, hablo andaluz! Me dicen que tengo acento franco-andaluz… Pa mi es un piropo !

    Me quede durante un año en este bonito pueblecito y por las circonstancias de la vida me tuve que ir pero he dejado raíces pa siempre.
    Al dia de hoy la distancia que me separa de mi querido pueblo son 1800km.
    Muchas veces consulto tu blog y viajo gracias a ti. Llevo tanto tiempo leyendo tus descripciones y fotos sin nunca dejarte un comentario, no puede ser.

    Tengo mono de ubrique, es algo como obsesional, una droga que no daña la salud, solo daña el corazón de estar lejos de lo que amo pero al mismo tiempo es algo rellena mi corazón.
    Y tú con tu blog me das (una parte de) lo que necesito para sobrevivir. Muchas gracias.
    Al ver esa entrada « una incursión con corazón », y sobre todo la foto del recorrido, pensé que hoy tengo que escribirte, ese corazón es una señal, no puedo dejarla pasar, no puedo dejarla pasar sin explicarte que Ubrique vive en Francia, en mi corazoncito.
    Pienso que estoy enamorada para siempre de Ubrique en general, de la calle Saúcos y de la de Cornicabra en particular.

    De tus númerosas y apasionantes entradas, creo que mis 2 preferidas son las de la subida a la cruz del Tajo y la del hotel Aguanueva, el hotel fanstasma de Benaocaz. Nunca he estado en ninguno de los 2 pero date cuenta que gracias a ti, me parece que si, ya he estado. Muchas gracias Manuel !! Y que sigas con ese maravilloso blog. Es fabuloso porque transmites tu amor por Ubrique, yo si que estoy contaminada. Claro y tambien la entrada de « Tesoros en la calle Saúcos » y la de Ubrique sin coches y …. muchas más.

    Muchas gracias otra vez.

    Espero mucho verte la próxima vez que vaya a Ubrique y y me encantaría hacer ese paseo en forma de corazón.
    La última vez que he estado a sido a principios de mayo 2015 para la luna llena y la crujía de gamones (si que había al menos una francesita en Ubrique este finde !!).

    Un saludo desde Francia y tengo un mandao para ti si lo aceptas : dar un fuerte abrazo para la calle Saúcos n°14.

    Aude

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    1. Estimada Aude: Con tan soberbio comentario lo que has conseguido es ensanchar el corazón de Ubrique en verde.
      Jamás en los años del blog, nadie había declamado con tanta pasión y longitud de onda... Aún tengo aquella foto de la que hablas en la Plaza de la Verdura -estaba esperando el momento propicio. Por si estás interesada, mi correo es mamacaiz@yahoo.es. Si me das un saludito a través de él, te la puedo enviar , además, puedes avisarme cuando vengas por si te puedes apuntar a alguna incursión pero ya cuando pase el verano -el calor aquí ya lo conoces. Reitero más sinceras gracias por tus palabras que añaden ilusión al proyecto del blog. ¡Ah! También puedes ponerte de seguidora -que lo eres- al margen derecha. Será estupendo ver tu rostro entre los demás. Un saludo desde Ubrique... en verde y cuando vea a Javier, le daré un achuchón de parte.

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