jueves, 2 de agosto de 2012

Colección tres. Amonites en Ubrique

Basta con pinchar en la colección una o en la colección dos, para comprender el significado
de esta fotografía de niñas y niños saltando a la comba con la cuerda.
Colección tres.
"Amonites en Ubrique".



Desde siempre nos atrajeron las rocas, con sus formas y sus dimensiones decorativas
al combinarlas con otros elementos. Recordamos cuando le enseñamos ese cristal del centro
a una persona diciéndole que era una piedra preciosa, a lo que nos replicó...
 -"¡Pero si sólo es un cuarzo!"
-"¡Pues a nosotros nos gusta! ¡Es preciosa!" -respondimos 
 tal como en el chiste del alumno y el olor del amoniaco.



Con un poco de paciencia y algo de esfuerzo se puede ir a cualquier parte que nos brinde
la oportunidad de hacer la recolecta conveniente para nuestras colecciones.



"Un poné", traerse una buena bolsa de minipiedras de la playa de los Muertos
 para rellenar la bombonera del "mueble bar".



O hacer una composición artística de rocas playeras, aprovechando
una pizarra decorada de O Barco, de entre las que destaca una auténtica piedra corazón
como las que nombra el escritor Noah Gordon en su obra "La doctora Cole".



Pero la colección de hoy no versará sobre "piedras preciosas" inorgánicas.
Hoy vamos a ver "Amonites", rocas que antaño fueron animales vivos, en Ubrique.
(Hemos colocado una concha típica actual al lado para compararlos
y aunque ese tipo...



de molusco bivalvo existe en nuestro planeta desde hace ya algunos añitos
-las podemos ver en el albero de Arcos o Bornos- 
 no se puede equiparar con el tiempo que llevan los amonites en la Tierra).



No vamos a hablar del proceso de la fosilización, lo que sí está claro es que se inicia con una
concha como ésta, traída por nuestros antepasados a nuestra sierra hace cientos de años
(¡Que no somos sólo nosotros los de las colecciones! ¡Que nos llega de antigüito!)...



y que mezclada entre los restos de la erosión transportada de los ríos hasta los mares...



llega a convertirse en  "piedra"...



en un proceso metamórfico que dura millones de años.
Amonites en Ubrique... en verde quiere mostrar una curiosa colección de
 estos fósiles  que podemos ver tranquilamente en nuestro pueblo
  sin tener que pagar la entrada a ningún museo natural.
 Empezaremos por el amonite que hay en el escalón de acceso a...



lo que fue la tienda de Cristales en la calle el Agua ,
que posteriormente fue el Jazztamos.



¡Un pequeño amonite precioso!



Pero quizá el amonite más conocido por carteros y repartidores sea el que está



junto al número cinco de esta calle.



¡Está clarito como el agua donde vivió!
Seguimos, no son sólo cinco los amonites en total...



ya que  en la acera de enfrente de la calle Santo Domingo



en las losas del zócalo que recorre toda la manzana...



es donde más podemos recrearnos de este museo de prehistoria natural callejero.



Aunque seamos propensos a los recuentos exhaustivos, no hemos llegado a hacerlo
 pero sí podemos decir que hay un buen montón de estas pruebas de vida pretérita.



Su peculiar hechura los delata entre las otras formas en el mármol sedimentario.
-"¡Es el redondito! Lo cuadrado es un registro de luz."



A la mayoría nos llama la atención estas "manchas"
 que en realidad son restos animales.



Cada plancha de roca rosa cortada contiene una o varias de estas fantásticas
genialidades de la naturaleza que, por los azares de la construcción, terminaron
 formando parte del mundo de los humanos.



Si somos buenos observadores, apreciaremos uno detrás de otro...



a estos desaparecidos y vueltos a aparecer en una pared pero con la concha algo más durilla.
Con los contornos tan nítidos no nos podemos explicar cómo el marmolista
no se percató de su existencia y...



 da la impresión de que los "picapiedras" que cortaron estas grandes losas, ni siquiera sabían
si es que los vieron- al fin y al cabo sólo son redondeles- lo que eran esas cosas.
 ¡O sí!



Lástima que no podremos añadir estos fósiles a nuestras colecciones personales
pero como están en plena calle podemos ir a contemplarlos cada vez que nos apetezca.
Visto lo visto, podemos decir a boca llena que 
existen amonites en Ubrique... en verde.
 -Todo gracias a que un hermano nos informara de su existencia y
a que el otro nos regalara estas navidades, anónimamente...



un auténtico amonite de Ubrique- Y decimos esto porque lo tenemos
 en el patio de la casa -donde el rojo clavel-
 y Ubrique es el pueblo donde vivimos.

 (Nota del dos de septiembre)
Habrán sido incontables las veces que hemos recorrido la sierra por detrás de la Cruz del Tajo
y lo que menos nos esparábamos era encontrar el resto de un amonite a estas alturas. 
Estábamos equivocados; lo encontramos.
Tenemos un amonite de Ubrique...El Alto. 
Tal y como éste...



 ¡Fortuna la nuestra! 



.

3 comentarios:

  1. Podríais montar una ruta geológica or las calles de Ubrique, tal como han hecho en Sevilla y Codoba. Aquí tenéis un enlace. http://geologiadesevilla.blogspot.com.es/p/oferta-de-rutas-urbanas.html
    Saludos!!

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  2. ¡Vaya, hermano! Es sin duda una colección muy curiosa y bien merecería la pena, como dice José Manuel Amarillo en facebok, que organizáramos un recorrido geológico como en algunas otras ciudades han preparado:

    "Podríais montar una ruta geológica or las calles de Ubrique, tal como han hecho en Sevilla y Codoba. Aquí tenéis un enlace. http://geologiadesevilla.blogspot.com.es/p/oferta-de-rutas-urbanas.html
    Saludos!!
    Geología de Sevilla: Rutas urbanas
    geologiadesevilla.blogspot.com
    Divulgación del patrimonio geológico y la geodiversidad de Sevilla capital"

    Quizás sea buena idea fichar a un primo geólogo (Sergio, por ejemplo) y planteárselo.

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  3. De tres hermanos, el pequeño se fue
    por la vereda a descubrir amonites...
    Colección tan bonita como la Fábula de los tres hermanos. Gracias, Cabellos

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